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Cómo ayudar a los niños a planificar

“Después de haber cumplido con todo lo que exigía la ley del Señor, José y María regresaron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía; progresaba en sabiduría, y la gracia de Dios lo acompañaba” (Lucas 2:39-40)

Dentro del salón de clases, los docentes a menudo ven en sus estudiantes un reflejo de lo que han desarrollado en el hogar, con sus padres o tutores. Nos referimos a ciertos valores y hábitos. En este artículo intentaremos responder a la cuestión de porqué nos encontramos con niños con dificultades para organizar sus tareas, mientras que otros pueden hacerlo con relativa facilidad y éxito.

El ejemplo de Jesús

Para introducirnos en el análisis, mencionaremos algunos detalles de la historia del mayor ejemplo que tenemos los docentes cristianos, Jesucristo, el Maestro de los maestros. Al repasar su vida y obra, observamos que el niño Jesús se desarrollaba armoniosamente y crecía en todo sentido, asumiendo su responsabilidad frente a diferentes tareas, sean estas domésticas o públicas.

El relato bíblico indica que Jesús crecía “en estatura, en sabiduría y en gracia”. Sin duda, María y José, sus padres, supieron enseñarle las lecciones básicas de convivencia en el hogar y Jesús comenzó a desarrollar responsabilidad para cumplir sus tareas domésticas.

Esta es la principal herramienta para enseñar a los niños a organizarse, un ejemplo de responsabilidad de parte de los padres. Si los niños observan organización y responsabilidad, comenzarán a desarrollar esas cualidades.

Cómo ayudar en la planificación de tareas

A continuación, brindamos algunos consejos que ayudarán a los niños a planificar sus tareas escolares.

  • Los niños aprenderán a organizarse si ven que sus padres tienen una agenda diaria, establecen prioridades, anotan las actividades cotidianas en una pizarra y comparten esas experiencias con ellos, haciéndolos parte de la organización familiar diaria. De esa manera, los pequeños tendrán un ejemplo tangible de cómo organizar sus propias actividades.
  • Tareas domésticas. Los niños deben percibir que forman parte del equipo llamado familia. Deleguen en ellos algunas tareas dentro del hogar. Los padres que hacen todo por sus hijos, sin duda no estarán ayudándolos a organizarse. Establezcan horarios para las actividades del hogar. Todos los miembros del equipo “familia” deben tener al menos una responsabilidad del hogar a la semana, como secar los platos, barrer, quitar el polvo de los muebles, cuidar y asear a las mascotas, son ejemplos de actividades que los niños pueden asumir.
  • Comunicación clara. Es importante que los niños tengan una rutina que organice su día. Deben saber cuáles son los horarios para cada tarea. Entonces, si se organizan bien, sabrán cuándo es momento de jugar, cuándo es momento de realizar tareas o de prepararse para descansar, etc.
  • Los padres no deberían subestimar las capacidades de los niños. Como adultos, a veces estamos inclinados a pensar que podemos hacer ciertas cosas mejor que los niños, pero debemos recordar que confiamos en ellos para esas tareas. Ellos están aprendiendo organización y responsabilidad. Siempre es bueno recibir incentivos, aunque sea solamente una palabra de felicitación por una tarea bien realizada.
  • Motivación correcta. Los padres deberían mantener presente en los niños el principio de que toda actividad solicitada debe ser hecha siempre como para Dios y no para los hombres. Todos debemos realizar tareas que no disfrutamos, pero que son parte de nuestra responsabilidad. Si los niños ven que sus padres dan a Dios lo mejor y demuestran su amor de forma práctica, colaborando entre ellos para hacer las tareas, verán que la motivación correcta es el amor, y no simplemente “cumplir” con una lista.

Todos necesitamos organizar nuestras prioridades y responsabilidades diarias. Recordemos las sabias palabras del Maestro Jesucristo: “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas” (Mateo 6:33-34, Nueva Versión Internacional online)

Scarlett España
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